
FOTOGRAMA A FOTOGRAMA
EL STOP MOTION
Cuando hablamos de stop motion parece que hablamos de industrias cinematográficas que invierten en la creación de personajes animados que se convertirán en símbolos para los niños y en disfraces originales para los carnavales o “salones del manga”, pero no es este el caso.
Cuando hablamos de stop motion, lo hacemos sobre una técnica sencilla consistente en crear la ilusión de movimiento en objetos estáticos por medio de una serie de imágenes fijas sucesivas. Esto es, la captura de un sujeto inanimado al que se le da vida mediante el montaje de una secuencia fotográfica, fotograma a fotograma. En general se denomina stop motion a toda aquella animación que no se corresponde con las categorías de dibujos animados o animación 2D digital.
La diferencia principal entre esta técnica y la animación clásica es el hecho de utilizar objetos pertenecientes a la realidad y fotografiarlos otorgándoles vida y magia. Así percibimos cómo esos objetos estáticos generan movimientos imposibles para sus características reales, por ello nos resultan tan llamativos.
Para esta técnica los universos que se pueden crear son infinitos ya que no sólo hablamos de una sucesión de fotografías, sino que hablamos de técnicas artísticas que confluyen con esa técnica de animación para crear un único elemento original. Sin embargo existen dos variables principales con las que se crean los stop motion y van correlacionados con los materiales que usan:
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1. Maleables: Se trata de aquellos realizados con plastilinas o cualquier otro material maleable como la arcilla. En el caso de estos materiales, el autor va a contar con la posibilidad de generar movimientos más similares al de los seres vivos que representen.
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2. Objetos rígidos: Son aquellos que por su composición no varían. En este caso sería el autor el que decide prescindir de partes de esos objetos, destruirlos o dejarlos intactos en función de su destreza, gusto o la lógica narrativa de la historia. Las posibilidades son infinitas: cartulinas, botones, monedas, recortes de papel, comida, post-it, etc. Dentro de los objetos rígidos existiría otras dos formas de trabajar con ellos.
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2.1 Objetos con rostro, similar al de una marioneta, y con articulaciones que permiten realizar movimientos con mayor destreza y verosimilitud con los sujetos vivos.
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2.2 Objetos no articulados, cuyos movimientos son más rudos pero no por ello carecen de expresividad:
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3. Aquellos stop motions en los que la historia entremezcla a sujetos con vida propia, como las personas o animales, con objetos inanimados para crear un universo aún más complejo. Aquí estaríamos hablando de una secuencia fotográfica, en cuyo universo, toda forma artística confluye.
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La dificultad de cada una de las formas viene dada por la originalidad del autor, sin embargo, mientras un objeto se va a mantener estático, es mucho más difícil que una persona consiga estar durante un tiempo prolongado con la misma expresión o la misma posición, por ello que la mezcla de ambos supone un esfuerzo mayor.
Pasos para crear un Stop Motion:
Una vez que hemos comprendido lo que es el stop motion debemos saber qué es lo que necesitamos en cada una de las fases de producción de nuestro proyecto.
Pre-producción:
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1. Pensar una historia que queramos contar.
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2. Describir en un Storyline los hechos más importantes de la historia y delimitar el tiempo aproximado de duración de la misma.
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3. Preparar la escenografía, los personajes y todos los elementos necesarios para la animación.
Producción:
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1. Conseguir y preparar los elementos necesarios para realizar nuestra animación, tales como cámara o cámaras, trípode, focos, la escenografía, actores reales en el caso de que los hubiera…
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2. Revisar el Storyline y modificar aquellos aspectos que no se puedan conseguir realizar o estudiar la forma de solucionar cada impedimento.
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3. Tomar las fotografías consecutivamente.
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4. Mantener el encuadre.
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5. Constar de tiempo y paciencia para que la fotografía quede bien encuadrada o consiga el efecto que estábamos buscando. Es en la producción es cuando hay que tener en cuenta el tiempo de duración de nuestro proyecto para delimitar los movimientos que van a realizar nuestros objetos o personajes por cada segundo, teniendo en cuenta que una película normalmente está formada por 24 fotogramas por segundo, por lo tanto no es muy difícil que cualquier proyecto que dure al menos un minuto tenga como mínimo 1440 fotografías.
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Post-producción:
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1. Conseguir un ordenador con un programa de creación de creación de animaciones como es el Stop motion Pro, donde podrás seleccionar el número de fotogramas que quieres por segundo, siendo mayor de 24 si quieres mostrar un movimiento mucho menos forzado y más definido, crear efectos de cámara lenta. Si conectamos nuestra Webcam o cámara digital al ordenador nos permite ir incorporando al programa las imágenes según se van produciendo para poder comprobar en el momento la funcionalidad de un movimiento concreto, con la posibilidad de repetirlo o no de forma instantánea, pudiendo visualizar el rastro del movimiento para encuadrar y, por último, permite corregir el color, el encuadre, el balance de blancos o cualquier retoque visual que consideremos necesario.
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Con el programa , también es posible crear una secuencia fotográfica pero no podemos seleccionar el número de fotogramas por segundo por lo que es más característico de los gifs.
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2. Comprobar que disponemos de programas de edición de video como es el Final Cut o el Adobe Premiere, en el cual importaremos el bruto obtenido del programa anterior en un formato de video y al que incorporaremos efectos visuales, transiciones, sonido y rótulos para finalizar nuestro proyecto y corregiremos la luz para que todos los fotogramas tengan continuidad.
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El sonido en el Stop Motion
En esta técnica, existe una estrecha relación entre el sonido y la interpretación de los personajes, ya que es el elemento que dará ritmo a la historia a la par que los movimientos realizados por estos últimos y es tan importante en la historia como los efectos visuales. Según el tipo de música que usemos la historia tendrá más dinamismo o menos, o recobrará un sentido u otro si hablamos de historias abstractas en la que los objetos interactúan generando formas sin una idea concreta.
Como en los cortometrajes o películas los efectos sonoros no deben mostrarse de una forma abusiva, ya que estaríamos abarrotando la historia de un sinfín de sonidos carentes de sentido narrativo, por tanto los efectos especiales deben aparecer como complementarios de la narratividad de la historia. Al igual que en la imagen, la luz, el color, el encuadre y demás elementos visuales son tomados en cuenta y medidos al milímetro para dotar de una expresividad concreta a nuestra historia, el sonido será tratado con el mismo tesón.
Si bien es cierto que esta técnica ha sido usada a lo largo de la historia como una industria cinematográfica importante antes de que apareciera la animación digital, sin embargo hoy en día se siguen usando no solo para películas o cortometrajes sino también como para anuncios o videoclips, entre otros: